martes, 23 de septiembre de 2008

RSC- La importancia de las Buenas Pràcticas


Daniela Cid Mayorga (Consultora Argentina)

La última vez que escribí en este blog me dejé llevar por la ira contra las grandes empresas que se atrasan en los pagos a sus Pymes proveedoras. Por suerte, la editora de este blog, Solange Monteiro, no me dijo nada por involucrar mis sentimientos personales en su espacio (tuve suerte) y su única recomendación para el tema que voy a plantear ahora sólo fue que “mantuviera el espíritu crítico”.

Prometo que así va a ser y empiezo con una pregunta: ¿Vale la pena implementar acciones de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en las Pymes?

Esa fue precisamente la duda que le planteé hace algunos días al director de Comunicaciones del Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresarial, Iarse, Alejandro Roca, a propósito de un nuevo sistema gratuito para medir RSE en Pymes que implementó la entidad, junto al también argentino Grupo Prominente.

“Una gestión socialmente responsable ayuda a prevenir riesgos futuros de la operación de las Pymes”, respondió Roca. “Cada vez más, las Pymes se encuentran ante mercados externos, compradores y financistas internacionales que preguntan no sólo por el desempeño económico sino también por el desempeño social y ambiental de las pequeñas y medianas empresas”. Por ejemplo, está el caso de los compradores de tomates ingleses y japoneses que ya están exigiendo a los exportadores argentinos la presentación de un reporte de RSE antes de sentarse a negociar a qué precio quieren comprar el tomate.

En suma, “los mercados externos van a ir cerrándose para las Pymes que no sean capaces de dar cuenta de su impacto social y ambiental además de económico”, asegura Roca. Pero si se considera que la informalidad es uno de los grandes problemas de las Pymes latinoamericanas, ¿no será algo demasiado alejado de la realidad pensar en implementar RSE? Roca insiste: “Aunque es común que las Pymes sólo se enfoquen en resolver sus temas de corto plazo, existen pequeñas y medianas empresas en la región que se han preocupado de:



v mejorar sus prácticas de transparencia,
v dar un trato digno a sus trabajadores,
v respetar a la sociedad, y
v aplicar procesos ambientalmente sustentables en la medida de sus posibilidades”.

Algunas de ellas, por ejemplo, son el restaurant La Marchigiana, que recluta cocineros de barrios pobres de Mendoza y sólo ofrece vinos de bodegas con plantas de tratamiento de efluentes; y la chilena Recycla, que recolecta basura electrónica, para luego fundirla y exportarla y que incluso ha sido invitada a exponer su caso en una de las reuniones del World Economic Forum.

Pero hay decenas de casos, según me comenta Roca, y la información sobre ellos está disponible en el sitio web del Banco de Buenas Prácticas (http://www.buenaspracticasbank.com.ar/). Si lo visitas, puedes aprovechar de consultar si implementar estas prácticas es muy costoso o si ayuda en algo al crecimiento de las empresas.

Mientras lo haces, te invitamos a responder esta pregunta: ¿Es realmente posible ser una empresa pequeña y socialmente responsable al mismo tiempo?

Fuente: América Economía Sept. 4 de 2008

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